El 26 de Mayo de 1938 en pleno apogeo del tercer reich, la Alemania de Hitler alumbraría lo que hasta hoy es su mayor hito en materia automovilística: El KdF-Wagen (‘Kraft durch freude’ ó ‘Fuerza a través de la Alegría’), luego mundialmente conocido como Volkswagen Beetle, Escarabajo, Käfer o Vocho. Ferdinand Porsche culminará para el Führer su ‘automóvil para el pueblo’ cumpliendo con la máxima de ser un vehículo sencillo y apto para el bolsillo de los alemanes.
La maniobra buscaba a toda costa impresionar al pueblo alemán con una ceremonia pública con cerca de 70.000 asistentes, frente a los cuales Hitler no dudó en abandonar el evento montado en el primer KdF-Wagen de la historia que precisamente conducía el mismo Ferdinand Porsche.
Escasamente un par de años antes, en 1936 los ingenieros mecánicos Hans Ledwinka y Paul Jaray, con la ayuda – de nuevo- de Ferdinand Porsche, desvelan al mundo su Tatra T97, desde la factoría de Tatra en Kopřivnice, Checoslovaquia. La idea era – de nuevo- hacer un ‘automóvil para el pueblo’.
El bólido contaba con un motor de cuatro cilindros opuestos (bóxer) de 1.749 cc, enfriado por aire situado detrás del eje trasero e impulsión. El estreno del Tatra T97 es más impopular y menos ostentoso que el del Volkswagen, pero en aspectos técnicos y – especialmente- en los diseños, ambos son prácticamente el mismo coche. Ferdinand Porsche, checo de nacimiento, había sido partícipe de cada avance que sus colegas Ledwinka y Jaray habían guardado celosamente en cada plano maestro de los cuales descendería el primer Tatra T97. Y sólo unos años más tarde un también primer Volkswagen Beetle, enormemente similar al Tatra T97, rubricaría el orgullo de la industria automovilística alemana.
Tatra T97 original
A sólo unos meses de la puesta de largo del Volkswagen Beetle, Ledwinka y Jaray demandan a Volkswagen y a Ferdinand Porsche por plagiar el diseño de su Tatra T97. Preocupado, Ferdinand Porsche habla con Adolf Hitler sobre el litigio y éste zanjará el asunto afirmando que “solucionaría a su modo la cuestión Tatra-Volkswagen”. Ese mismo año Alemania invade Checoslovaquia y reconvierte la factoría de Tatra en una fábrica de armamento militar, confiscando hasta 500 automóviles Tatra modelo T97 para inmediatamente relegarlos al olvido.
Al término de la segunda guerra mundial, Tatra retomará las acciones contra Volkswagen y Ferdinand Porsche consiguiendo, no hasta 1961, un acuerdo extrajudicial por el cual serían indemnizados con tres millones de marcos alemanes. El propio Ferdinand Porsche en los primeros episodios legales que enfrentaron a Tatra con Volkswagen reconocería “haber observado de vez en cuando sobre el hombro de Ledwinka”
Diseño del Volkswagen Escarabajo
Esta es la razón principal por la que Volkswagen no celebró el 75 aniversario de su Beetle, sino el 70: conmemorar la fabricación del vehículo en 1945, ya en una Alemania aliada y mantener la imagen de su industria alejada de personajes como Hitler, el desconocido Ledwinka o el hábil Ferdinand Porsche.